lunes, diciembre 1

Mi abuela se llamaba Alicia, le decía Aguela Licia.

La abuela Alicia, era maestra de primer ciclo hasta segundo... fue preceptora, señorita de jardín, incluso directora, hasta hace años años.(Cinco,ya? me parece que si) Era una mujer increible. En todo sentido, con respecto a su trabajo, en la manera de tratar a toda la familia, era como el lazo que unía todos. Es decir, la mina era una genia, para mí, perfecta.

Siempre me acuerdo de las historias que me contaba (y me cuenta) mi abuelo de ellos dos, cómo ella lo salvo a él. Resulta que mi abuelo sufrió muchas pérdidas.. de chico. A los 17 años murió su Mamá, y el, ya de joven tuvo que aprender a manejar su vida por si mismo, empezo a trabajar, pero nunca dejo de estudiar. A los 21 años, perdió a su papá, lo único que le quedaba era su hermano. Según lo que el me contó, si no hubiese sido por mi abuela, él hubiese entrado en un pozo que nadie hubiese podido sacar. A los 22 años, el conoció a mi abuela, siempre la pasaba a buscar por su colegio, en su tan linda moto, siempre me lo remarca, el sacrificio que hizo para comprarsela. Claro.. al colegio! ella era más chica, tenía 17 años. Siempre se escapaban, tenían como un lugarcito al lado de un rio, según él, y siempre iban a comer ahí. Con 23 años mi abuelo, y 18 mi abuela, se casaron. Y ese mismo año, tuvieron a mi tio Pablo, al año siguiente a mi mamá, y al próximo a mi tio Rubén. Eran una familia muy humilde, vivían en Lomas de Zamora, tenían una ferretería, la cual duro hasta hace unos seis años... tenían una lancha, una casita rodante por la cual recorrieron casi todo el país. Las fotos de esos viajes son las más lindas, y más como me las cuenta mi abuelo... se me pone la piel de gallina.
El tipo es un genio, pero no solo genio en lo suyo: el abuelo es un genio de verdad. Una anecdota que lo describe: una vez, un colega le contaba de lo bien que se sentia para su edad, diciendole de como no tomaba alcohol, no fumaba, dormia 8 horas diarias, no cometia excesos... a lo que mi abuelo contesto: "¡Pero doctor! Ustede no vive... ¡usted dura!".
Mi abuelo sabe de todo, es sin dudas el tipo mas culto y menos arrogante que conoci. Eran perfectos con mi abuela.


Mi infancia se baso en ellos, mi mamá iba a la facultad, y me debaja en su casa, que ya era mía.
Pasaron los años, y mi tio Rubén, se caso con una mujer que conoció por internet, que vivía en Venezuela. Ella viajó hasta Argentina, y es el día de hoy, que vivien juntos, arriba de la casa de mi abuelo. Mi tio Pablo, se caso con Mara, viven a la vuelta de la cancha de los Andes, en Lomás, y ella estaba embarazada de lo que iba a ser mi futura prima, Rocio.

Tenía 11 años, esa mañana, ese sábado, cuando me desperté con gritos de mi mamá, eran como las 8 de la mañana ó más, no me acuerdo bien. Estaba Ignacio y Cecilia, los papás de Fede, mi mejor amigo, en el living. Me acuerdo de como mi mamá salio corriendo y se subió al auto, no entendía nada. Me quede en lo de Fede con mis hermanas, hasta la tarde. Llamo mi mamá, le preguntaba que había pasado, si estaba con mi abuela, cómo estaba ella. Pero siempre me respondía lo mismo, con voz de cansancio, de tristeza... "hablamos cuando llegue a casa". Aunque no queria admitirlo, yo sabía que estaba pasando.

Es el día de hoy, que mi abuelo no... no puede salir adelante, siempre me dice "flopy, uno se enamora una sola vez en la vida, mi gran amor fue tu abuela, y nadie la va a reemplazar" .
Una historia como la de ellos dos, se merece un aplauso, dieron todo por su familia, por sus hijos, por sus nietos, hasta por su nieta, Rocio... que nació dos días después de que ella entrara en un sueño infinito. Dos días después, dos días... Mi abuela la había esperado con tantas ansias, le había dejado la cunita, la ropa, una cartita, todo listo, y por dos días no la llego a conocer.
En fin... una cosa trajo a la otra, la llegada de Rocio cambio un poco las caras de toda la familia, me acuerdo, en la clínica, como mis dos tios, salieron y se abrazaron, ese mismo lunes. Fue un abrazo de tristeza, alegría. Y, eran muchas emociones juntas.

Siempre que veo a mi prima, me acuerdo de ella... no te voy a mentir, son iguales.
La perdida de una persona querida, es algo que... no se puede describir. Pero hay que seguir adelante, porque me parece que ella más que nadie, hubiese querido que toda la familia siga unida, cosa que, no sé si es tan asi actualmente, como dije antes, ella era ese lazo. Pero hay que seguir, de alguna manera.. sea como sea, se puede.

1 comentario:

Unknown dijo...

Sabes algo, el 28 de nov mi abuelo paterno hubiera cumplido 78 años,definitivamente no fue el lazo de union de familia ya que con mi papa estuvieron distanciados un par de años por una navidad para el olvido alla por el 2001.
Resulta ser que ademas tampoco conoci a mi abuela que murio a los 17 de mi viejo,imaginate que con 14 menos 3, 11 años no pude conocer casi nada de el.
No viene al caso todo esto y su vida pero me hiciste recordarlo,me puso bien.
Hay varias cosas,varias cosas que entre el amor y la perdida se ven en tu hermoso relato Flor,cosas que van a cicatrizar y que con el tiempo vas a poder ver mas distanciada que ahora.
Te quiero mucho flor y un dia te voy a contar porque.
Abrazo